Campo arrasado.
Viento distraído.
Silencio… magno silencio.
Una mano pedía auxilio al día desolado.
Se moría el amor, y tu voz deambulaba
sin sonrisa.
Abrí ojos y vi el cielo.
No eran míos, y si lo eran
igual veían celeste, y a tu voz
tenue
deambulando sin sonrisa.
Entonces…
¿Cuál era el día?
¿La realidad del cielo endemoniado y celeste?
¿O tu voz...?
Deambulando y muriendo
abarcando todo el día.
ChicoMalo
23-03-2009
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